lunes, 27 de enero de 2014

Aquella madrugada....

Recuerdo muy bien aquel lunes. Eran las 2:42 am cuando recibí el mensaje de ella. Sinceramente no lo esperaba y menos con el contenido que dicho mensaje contenía, era corto pero conciso:
                          “Hola, quiero verte ¿Puede ser ahora?”
Quedé impactado cuando lo leí, pero me gustó, aflojó varios pensamientos indebidos que rodeaban mi cabeza aquella madrugada.
Contesté el mensaje con una afirmación. Estaba nervioso.
Salí afuera y contemplé el cielo, era una linda noche de verano y las estrellas brillaban por encima de mí, pero aquella noche la única estrella que brillaría para mí, era ella. Si, ella… La chica de mis sueños.
Me senté a esperarla en la acera y en no menos de 2 minutos apareció por la esquina. Estaba hermosa, radiante, bella y sin detalles de imperfección, la vi como la veo siempre cuando pasa por mi casa, la vi como en mis sueños, la miré con esa típica cara de tonto que uno pone cuando fluye el amor por dentro, esa cara que muestra la debilidad que le produce la otra persona, esa cara que lo dice todo.
Fue todo silencioso, llegó, me miró a los ojos, y me besó. Yo continuaba parado delante de ella, pero por dentro se deleitaba mi alma. Por fin tuve la dicha de besarla, de sentir aquellos labios que con ansias le miraba cuando me hablaba de cerca, aquella labios los cuales yo sentía en cada sueño que aparecía, aquellos labios intocables, lejanos, ajenos a mi… Por fin eran míos.
Terminó de besarme y me dijo:

“Esperé bastante por este beso, pero va a ser el único… Lo nuestro es prohibido”

Me quedé callado, tieso, y algo nervioso, aún así le dije:

“Dime que no es un sueño, solo hazme saber que esta es la realidad y te dejaré ir”

Confiaba tanto en ella, que no me dejo otra opción que creerle lo que dijo:

“Esta es la realidad, es lunes son las 3 de la madrugada y acabo de besarte, ¿quieres otra información del momento?

Solté una sonrisa después de que dijo eso, y la dejé ir…

Nunca entendí por que fue un solo beso, porque nunca me habló, porque justo esa noche tan bella, no sé. Igual creo que todo eso es lo de menos, lo importante es que… Fui feliz.



Gracias.

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