lunes, 14 de octubre de 2013

Miscraft y Los Invasores

                                                     Miscraft y Los Invasores

La noche llegaba y yo estaba acostado, en mi habitación, mirando un programa de televisión. Mis padres estaban en el inmenso comedor de mi casa leyendo las boletas de las cuentas que debían pagar.

En un momento escuché un ruido en mi ventana, sin miedo corrí la cortina y vi una sombra con forma humana, por alguna extraña razón no sentí miedo. Me levante de la cama y salí afuera a ver que era aquella sombra.
Me acerque y al no haber luz, saque mi celular para alumbrar. Era un robot.
Cuando quise acercarme dijo - ¿nunca se ha sentido inferior a los demás? Como si, su única razón en esta vida es meter la pata, como si hubiera nacido para hacer todo mal... ¿Se ha sentido así, señor?
Quede inquietado por lo que me dijo aquel robot. Me leyó como un libro en un segundo. No sé donde había sacado esa información sobre mí. Muy aturdido le conteste - si, la mayoría del tiempo me siento así - quedo mirándome y dijo - estoy aquí por eso - yo supuse que era una broma, un mal chiste que lo único quería era burlarse de mi aun así dije - ¿por eso? ¿Vino a ayudarme? - se empezó a mover, como si quisiera sacar algo de si espalda. Quería presionar un botón, el cual toco y su pecho se abrió y de allí sacó un papel que decía... "Alguien ayúdeme". Le pregunte quien había escrito eso y me dijo - tu… Tú lo has hecho en el futuro y para que no llegues a ese futuro, te ayudaré.
Consternado por el raro momento que estaba pasando, le dije - ¿Ayudarme a qué? ¿A sentirme bien conmigo mismo? Y él dijo - no... A salvar el mundo.

En ese momento, sentí que algo vendría, este robot me estaba avisando acerca de un fin que pronto llegaría. Sabía que no podía dejarlo afuera, entonces lo hice entrar por la puerta de atrás y lo metí en mi habitación. Lo acomode en un sillón y se quedo ahí. Abrí la ventana y me quede mirando las estrellas, en ese momento el robot me dice - desde allá vendrá el fin, la vida se terminara si no haces algo. Lo miré sorprendido y le pregunte porque sería yo quien debía salvar al mundo, a lo que me dijo que después de eso ya no me sentiría inferior.
Nunca supe el nombre del robot así que se lo pregunte - ¿cómo te llamas? - Miro el cielo, me miro a mí y dijo -  me llamo Miscraft.
Esa noche, mientras me acostaba, veía a Miscraft sentado en el sillón con los ojos cerrados y pensaba… ¿Será todo un sueño? Tal vez sea una falacia del inconsciente que rodea mi cabeza.
Luego de dar muchas vueltas y pensar en cosas que por ahí, no vienen al caso, logré conciliar el sueño. Me dormí.
Mientras soñaba con imágenes raras, siento que me mueven… Como despertándome. Abro los ojos y estaba llamándome Miscraft, asustado me levanté pensando que había pasado algo en mi familia y que por eso me llamaba. Pero no era así, me llamaba porque el fin se estaba acercando. Encendió la tele y puso el canal de noticias e informaban que durante esa noche algo con los planetas iba a pasar. Lo mire a Miscraft y le pregunté qué era lo que iba a pasar. Me llevó a afuera de mi casa, me hizo mirar el cielo y me dijo que por esa noche Neptuno se acercaría a la tierra por razones totalmente desconocidas pero que él sabía que vendrían a invadir la tierra extraterrestres que querían congelar la vida humana y conquistar el planeta,
Quede totalmente sorprendido por lo que me contó y me dijo – hay que apurarse, ya están por venir – me dijo también que me prepare que seguramente venían con gran artillería.
Me llevó a una base, la cual no me quiso decir si nombre, hasta que llegáramos al lugar. Cuando llegamos me dijo que la base se llama THX-1077. Lo primero que hice fue sacar mi celular e investigar sobre la tal base. En internet encontré la siguiente información:
“THX-1077 es una base de comando militar que se encarga de los asuntos asociados a la vida extraterrestres. Fundada en el 1989 por Michale Bullet, desde entonces la unidad ha sido la única sede del mundo en descubrir los primeros extraterrestres, hoy en día conservados en museos.”
La creí suficiente información para el momento.
Entramos al lugar con Miscraft, era inmenso. Vino un hombre a hablarnos y se presentó como Capitán Stain, y nos empezó a instruir en el manejo de las armas, en realidad solo a mí, porque Miscraft ya sabía.
La ciudad estaba siendo alertada con una sirena que se escuchaba en todo el país. Con esto y por comunicados por los medios masivos, se le avisaba a la sociedad que debía reunirse en cada sede del THX-1077 que había alrededor del mundo.
La tierra empezó a temblar, una voz potente se escuchó en el medio del silencio… ¡YA COMENZO!
Las personas estaban refugiadas y solo nosotros andábamos por las calles. Mientras íbamos en tanques de guerra y demás móviles militares, Miscraft miro el cielo y dijo – no vendrán por tierra, sino por agua. Capitán Stain, dio la orden y los móviles cambiaron de recorrido. Se fueron a las costas.
Cuando llegamos la vista daba miedo eran unas 20 naves voladoras que iban descendiendo al agua. El miedo empezó a hacerse pesado, pero sabía que podía contra los invasores.
Estos bichos raros bajaron de sus naves y por fin los vi. Tenían cabezas largas con un color azul medio extraño, ojos saltones y de color negros, y en las manos poseían unas armas gigantes que cuando las disparaban congelaban cualquier cosa.
El país entero se silenció. Una voz grito: ¡FUEGO!
Las armas comenzaron a ser disparadas y los cañones fueron puestos en marcha para derrotar y expulsar a los invasores, en ese momento tan inoportuno le pregunté a Miscraft como se llamaban los extraterrestres y me dijo… Neptuloides.
Los mire y Miscraft me dio un arma para comenzar a disparar, solo gatille sin mirar a quien tiraba. Ahí fue cuando veo a Capitán Stain darse la vuelta con la mano en la cabeza, pensé que los marcianos le habían dado con sus armas congeladoras pero no. Estaba con su radio y escuchando que en las noticias decían que los invasores no habían llegado a todo el mundo, sino a escasos lugares alrededor del planeta. Lo que me pareció raro, porque según Miscraft llegarían a todo el mundo.
Mientras pensaba estas cosas me iba alejando de lo que estaba pasando delante de mí. Reaccioné cuando un rayo pasó sobre mí. Estuve a punto de congelarme.
Miscraft me miro y me dijo – ¡dispara! – salí de mis pensamientos y comencé a disparar. Era raro los marcianos no caían con las balas, estaban inmunes a nuestras armas. Entonces me acordé que había visto un arma en la unidad. Una potente arma blanca que solo fue disparada una vez. Le dije a Miscraft que me lleve hasta allí para buscarla. Accedió en un instante.
Con el arma ya en mano, volvimos a la acción. Comencé a disparar con la súper arma blanca y los Neptuloides iban cayendo con más facilidad, más rápido. Había 2 naves de las cuales no había salido nadie. Luego de un largo tiempo de disparar solo quedaban pocos marcianos, me atreví y fui corriendo hacia las naves de las cuales no había bajado nadie, había una pequeña entrada y de un salto, logré entrar.
Tenían grandes maquinarias y de un rincón salió una persona humana. Cuando me vio saco su arma y me apuntó. Sin pensarlo 2 veces le disparé antes de que él a mí, pero lo hice en su pierna así no se moría y podía explicarme que hacía ahí. Lo bajé como pude y lo llevé a la calle con Miscraft.
Los demás habían muerto y solo quedaba él. Los marcianos habían muerto. Sonó el radio de Capitán Stain y fue informado que en las pocas ciudades donde llegaron los marcianos también fueron exterminados por lo humanos.
Luego de terminado el enfrentamiento extraterrestre, se llevaron al hombre que encontré en la nave, a la unidad militar para interrogarlo.
Estaba el capitán y el hombre en uno de los cuartos de interrogatorios. El hombre sabía hablar en castellano. Se hacía llamar Nereu y venía desde Neptuno. Según el capitán y para todo el ejército era imposible que haya venido desde allá. Luego de varias preguntas, respondidas vagamente por Nereu, dijo la verdad.
Soy un experimento, tal vez fallido, pero un experimento al fin. Quisieron ver si alguien podía llegar a Neptuno, ya que nadie lo había hecho y como mi vida mucho sentido no tenía, accedí yo. No llegué a Neptuno. Cuando estaba yendo mi nave chocó con la de los Extraterrestres y volví con ellos a la tierra.”
Quedaron satisfechos con lo que había dicho Nereu pero aún así no lo soltaron enseguida, lo mantuvieron con ellos para más investigaciones.

Luego de aquella turbulenta noche, la sociedad volvió a sus hogares. Mientras estaba yendo a mi casa con mi fiel compañero Miscraft, me dijo - Ya no puedes sentirte mal contigo mismo, salvaste a la sociedad. Yo medio pensativo le pregunté – ¿Pasará esto de vuelta? ¿Se puede llegar a repetir? – El robot miro el cielo, me miro a mí y dijo – Todo puede ser, por ahí no… Pero considerémonos advertidos.



                                                                        FIN

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